Usan veneno de abejas para curar

Tamaulipas / Nvo. Laredo / Por: Staff NotiGape

Publicado: 03 de September, 2018 | 11:26 PM

Usan veneno de abejas para curar

Después de practicar deporte durante su vida y ser independiente, Carlos Soto López sufrió una caída que lesionó una de sus vértebras y lo dejó sin fuerza en las piernas, ahora inició una terapia alternativa utilizando el veneno de las abejas para mejorar su condición.

“Estoy lastimado, pero no muerto y si puedo mejorar mi condición con esta terapia, adelante, me dejo aplicar los aguijones, estaba peor”, dijo convencido.

La apicultora y apiterapeuta Alma Gloría García Garza inició trabajando con las abejas para extraer el aguijón que contiene la apitoxina que se aplica en el paciente en las zonas donde hay dolor, la apitoxina produce inflamación que estimula las respuestas del sistema inmunológico del cuerpo.

“Me caí hace seis años, me hice una fractura en una vértebra y todo cambió, caí de espalda y me levanté, no pensé que tendría nada y anduve caminando, luego mi esposa me vio que no podía levantar la pierna derecha de como normalmente lo hago y me dijo”, contó el hombre de 60 años.

Al revisarlo el médico, le ordenó una tomografía axial computarizada y reflejó una fisura en una vértebra, después tuvo que ser operado y el médico le dijo que tendría que utilizar una silla de ruedas, algo que no esperaba.

“Me hicieron la cirugía y me dijo el doctor que estaría en una silla sentado, algo que nunca acepté, la tengo, pero casi no la utilizo, agarré el andador y me puse a caminar, me calaban los zapatos, hasta los tenis”, dijo mientras la apiterapeuta prepara a la abeja para quitar el aguijón.

Pero su afán por seguir de pie lo hizo seguir caminando, muy lento, pero seguro, había perdido la fuerza de sus piernas animándose solo, incluso no había una conexión de lo que ordenaba a su cerebro y lo que hacían sus piernas y se caía o ladeaba.

“Despacito me agarraba fuerte y caminaba, iba a los centros comerciales y otras cosas, en una ocasión sentí que me iba a caer y me agarró miedo, me lastimé, ya había aventado el andador y lo volví a utilizar, además tengo como diez bastones”, manifestó el padre de tres hijas.

Como una opción, el señor Carlos Soto empezó a utilizar la apiterapia, porque afirmó que nada pierde con probar, y asistió para que le aplicaran apitoxina como un remedio natural para su espalda, el veneno de los maravillosos insectos trabaja como un potente antiinflamatorio.

“Ya no pido yo quedar como estaba, pero sí mejorar un 80 por ciento y pueda caminar más, tengo fe en el veneno de las abejas, si parecía un costal de papas”, indicó.

Tan pronto la apiterapeuta Alma Gloria García Garza aplicó el primer aguijón en la cabeza, el paciente empezó a relajarse, al grado de querer dormirse.

“Eso me relajó, siento bonito, hace rato que no me sentía así, hasta las piernas, batallo para dormir y tengo que acomodarlas y pongo una almohada, ahora están relajadas”, expresó Soto.

Después se quitó la camiseta y se aplicaron varios aguijones en la espalda lesionada, manifestando cierto hormigueo, pero no dolor, como toda la gente cree.

“Mi condición en ocasiones me hacía sentir pensar cosas, como dicen el ocio es la madre de todos los males, mejor me pongo a leer y salgo a caminar, me ejercito y no pienso cosas negativas”, comentó durante la entrevista mientras seguían aplicándole los aguijones.

Después de la aplicación manifestó que después de llegar con dolor en sus piernas, la apitoxina hizo lo suyo y no siente dolor, incluso tiene que tomar pastillas para el dolor que a veces no lo soporta.

Atrás había quedado su vida independiente al 100 por ciento, había trabajado en el hipódromo y después en un negocio de cocina que tuvo, ahora había pasado a formar parte del grupo de personas con discapacidad en su madurez.

“Yo jugaba antes de que me lastimara futbol, softbol, lo hacía porque me gustaba, después de lastimado me buscaban los amigos veteranos y me daban uniforme y tachones, pero no me decidí, temía otra fractura y quedar peor”, manifestó.

Al terminar de aplicarle los aguijones, el veneno de los insectos alados hizo lo suyo, la relajación total, ya no sentía el dolor con el que había llegado después de la aplicación de las lancetas.

Esposo, padre de familia y abuelo de seis nietos, espera con mucha esperanza que el potente veneno le haga efecto en su organismo y pueda mejorar su condición, ya que es sabido que hace muchos años era un remedio efectivo para dolores intensos y lesiones utilizado por los chinos, egipcios y romanos.

“El día que me vaya me voy a ir contento, tengo una familia maravillosa, mis hijas que ya están casadas y seis nietos, ahora espero mejorar con el veneno de las abejas, Dios me dio todo, sólo busco estar bien”, finalizó Carlos Soto López.

Alma Gloria García Garza informó que con la aplicación de la apitoxina que tiene muchos componentes químicos buenos para el organismo, se ha probado que tiene un desinflamatorio natural.

“La apitoxina es la más potente del mundo y se lo estamos aplicando para que pueda tener mejor movilidad, y empiece en un proceso de recuperación muscular, ya que no tiene fuerzas pero sí dolor”, manifestó.

Al aplicar los aguijones empezarán a desinflamarlo, el sistema inmunológico empieza atrabajar, el sistema inmunológico detecta que entró una sustancia distinta, pero es una cantidad leve, de lo que sería si una abeja clavara en directo el aguijón que sí es doloroso.

“Al sacar el aguijón queda una porción, tiene una lanceta el aguijón y lo que es la glándula y poco a poco inyecta la apitoxina en los puntos de dolor, en esta primera sesión se puso un relajante que es en la cabeza no sin antes saber si es alérgico o si tomó alguna sustancia”, explicó.

Agregó que estar preparada para contrarrestar un shock y tener cuidados con el paciente si tuviera una reacción, es una técnica en México con terapia 100 por ciento natural combinando otros elementos, lo que produce la abeja como la miel orgánica, polen que es el alimento de las abejas y proteína y jalea real y el propóleo.

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